EDUARDO ROYO SERRANO

EDUARDO ROYO SERRANO

Nació en Blesa el 20 de Abril de 1927. A la edad de 9 años él y toda su familiar tuvieron que huír a Zaragoza dada la amistad de su familia con el párroco de la iglesia del pueblo, debido a la inminente llegada al pueblo del bando republicano y  el peligro que ello conllevaría para ellos. Se instaló en Zaragoza y unos años más tarde esa amistad le fue favorable cuando a la edad de 13 años decidió comenzar su formación artística en la escuela de artes fomentado por los talleres Albareda, donde comenzaría como aprendiz. Su amistad con dicho párroco le brindó la posibilidad de falsificar su partida de nacimiento figurando en ésta que tenía 14 años cuando su edad era de 13, para que pudiera comenzar a trabajar de aprendiz. El trabajo en el taller era duro con turnos de 8 horas realizando altares de madera tras los cuales debían hacer horas extra no remuneradas limpiando el taller.

 

Escuchando el consejo de un cliente dejó de lado la madera y se pasó al taller Bayod en el que comenzó a trabajar con lápidas de mármol. En dicho taller estuvo durante 1 año con otros jóvenes aprendices. Tras éste, pasó por talleres Castro donde siguió trabajando el mármol durante otro año.

 

Comenzó a trabajar por libre para varios talleres hasta acabar de nuevo en otro taller, éste sería Mármoles Beltrán. Allí comenzaría como aprendiz a la edad de 18 años y conoció a mucha gente del gremio, entablando amistad con Paco Gracia. Tras unos dos años dejaría  el empleo por su bajo salario tras recibir una oferta de los mejores talleres de Zaragoza. Su puesto de aprendiz en Talleres Beltrán lo cogería el conocido escultor zaragozano Rayo.

 

Durante todo este periodo estuvo compaginando el trabajo con clases en la escuela de artes, asistiendo a las clases de modelado de Mateo Larrauri y de vaciado de Aladrén. En ellas conoció a Gaspar Gracia con quién entabló una gran amistad.

Eduardo trabajando en la escuela de artes

Estuvo durante un año trabajando para talleres Morales tras el cual tuvo que abandonar para ir al servicio militar obligatorio. Fué destinado a Melilla en donde pasó 10 meses de su vida y también trabajo en tiempos libres para algún taller de la zona.

 

Tras su vuelta,seguió trabajando para talleres Morales de forma autónoma para él y para otros talleres.

 

Una vez se sintió asentado del todo se decidió a fundar su propio taller el cuál llamó “Mármoles E.Royo”. Dicho nombre no duraría tan apenas 2 semanas ya que tras enterarse su amigo Paco Gracia de su nuevo taller le propuso unirse al proyecto. Eduardo aceptó con la condición de que su hermano menor también formará parte de la empresa y los tres pasaron a ser socios a partes iguales. El nuevo taller se llamaría “Mármoles Venecia” que acabó convirtiéndose en uno de los mejores talleres de Zaragoza.

 

Es en éste momento cuando da comienzo su obra pictórica, ya que tras la jornada laboral su insaciable ansia artística le hizo comenzar a pintar. Ha estado pintando desde entonces hasta la actualidad poseyendo una inmensa colección de cuadros en su hogar y en el de sus hijos, otros familiares y amigos. Sin embargo, nunca ha realizado ninguna exposición y es ésta la primera vez que se da a conocer al público.

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